Aquí estoy, en un frío y ventoso día sentado confortablemente en mi sillón de cuero, al lado de la chimenea navegando desde mi Mac, pensando en todas las cosas que no tengo y que me gustaría tener, haciendo cuentas de cuanto dinero necesito, como conseguirlo, soñando, evadiéndome de lo que creía un desapacible día y de repente me he encontrado con el siguiente video.
No hace falta decir que me ha conmovido, me ha tocado, me ha llegado. Qué fácil es estar sentado en este sillón y quejarme de la suerte que me toca, pero que difícil es hacer algo provechoso con ella.
Hace unos días escribía que no hacer las cosas lo mejor que podemos es desperdiciar el talento que se nos concede, y viendo este video me doy cuenta de cuanto talento hay por el mundo deseando una oportunidad.
Desde el sillón el que estoy sentado tengo la oportunidad que estas personas ni si quiera pueden soñar, hace cinco minutos no la veía, ahora que la veo... ¿que voy a hacer con ella?
PD: La próxima vez que me cruce con un mendigo, un niño de la calle o una viejecita pidiendo limosna creo que no la veré con los mismos ojos de antes.
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