Un proceso de coaching no sólo sirve para conseguir objetivos marcados de antemano, también es una herramienta muy potente para ampliar el horizonte y encontrar alternativas que o no se veían o bien no se estaban buscando pero que enriquecen el abanico de posibilidades de acción.
Esto que podría parecer una obviedad no lo es tanto, ya que en muchas ocasiones los temas con los que trabajamos en una sesión son dificultades, retos, oportunidades, etc. que de alguna forma u otra están bloqueadas y eso puede frustrarnos mucho. Es por tanto una liberación el encontrar caminos alternativos y nuevos objetivos que conseguir, y las sensaciones que se sienten son como una bocanada de aire fresco, abrir una ventana en una madrugada de verano, recibir un regalo muy deseado o comprar unas zapatillas nuevas para correr.
¿qué estás esperando para experimentarlo?
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