martes, 25 de octubre de 2011

viernes, 14 de octubre de 2011

"El momento perfecto", una excusa perfecta.

¿Cuantas veces posponemos cosas que nos apetecen hacer argumentando que no es el momento adecuado o perfecto?. Yo caía en esa trampa constantemente hasta no hace mucho.

Este tipo de excusa se conoce en choaching como tranquilizadora. Las excusas tranquilizadoras son aquellas que nos quitan la responsabilidad de nuestros actos. En esta ocasión no hay nadie a quien echarle la culpa, es "el momento", palabra que puede significar muchas cosas a la vez.

El momento perfecto es una quimera, no existe, el momento se busca, se genera, se prepara, se aprovecha o se deja pasar, y aún así nunca será perfecto, y una de las cosas más peligrosas que podemos hacer (en mi opinión) es esperar a que estos momentos "perfectos" lleguen, porque no llegarán, y esperar también supone un consumo de tiempo que no nos permite hacer otras cosas.

Este tipo de excusas nos llevan al inmovilismo y a la pasividad no dándonos cuenta de que lo más valioso y limitado en esta vida es el tiempo, y dejamos pasar oportunidades que nunca volverán, porque aunque en su momento las tuvimos al alcance, no las aprovechamos porque ... no era "el momento perfecto".




Dejo un link con una noticia del diario Expansión que me ha parecido interesante.
http://www.expansion.com/2011/10/10/directivos/1318263859.html?a=PEU1ab6bbbfe1ef3733c41b7a7877521e27&t=1318312408

jueves, 6 de octubre de 2011

La importancia de los soñadores

Hoy es un dia triste para mucha gente y para mi. Hoy ha muerto Steve Jobs, un soñador.

Dejo un link a un articulo del Expansión que recoge algunas de sus citas y lecciones que podemos aprender de él

Citas
http://www.expansion.com/2011/10/06/empresas/digitech/1317863042.html

Mandamientos
http://www.expansion.com/2011/10/06/empresas/digitech/1317881233.html

Pero como dice el título de mi "post" me gustaría dedicarle unas lineas a los soñadores, aquellas personas que sueñan con cambiar el mundo, y que curiosamente lo consiguen.

Aquellos que sueñan alcanzan lo imposible, ya que para inventar lo nunca visto hay que ir más allá de los límite establecidos, para ellos no hay nada imposible.

La falta de estas personas, o su casi nula valoración, en muchas de las organizaciones españolas tal vez sea una de las causas por las que sucede lo descrito en el siguiente artículo:

La cosa está mal, pero me voy de la empresa:
http://www.expansion.com/2011/10/05/empleo/desarrollo-de-carrera/1317838146.html

La ausencia de líderes soñadores que sean capaces, o que se les haya formado para, motivar a sus empleados a conseguir aquello que sólo está en la imaginación lleva a elaborar proyectos previsibles, poco ambiciosos y con poco interés para los empleados más creativos e innovadores. Estos tarde o temprano eligen bien acomodarse bien abandonar el barco, dos opciones igual de legítimas pero con el mismo mal resultado para la organización.

Los trabajadores, como seres humanos, somo seres sociales, y sentir que se forma parte de una sociedad o grupo de personas con unas metas elevadas puede ser más motivador que una pequeña subida de sueldo, y a largo plazo ayuda a retener el talento en las empresas y así garantizar el futuro de la misma.