Uno de mis coachees
y lector de este blog me hacía una puntualización hace unos días. "Juan,
hablas mucho de lograr o alcanzar el éxito, ¿a que te refieres con
éxito?". No pude más que decirle que para mi el éxito es lo contrario al
fracaso, y fracasar para mi es no hacer algo con las mejores intenciones y el
mayor grado de esfuerzo y atención que está en mis manos.
Éxito es una
palabra con origen en el término latino exitus
que significa salida, aunque actualmente el concepto se refiere, como
primera acepción en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), al
"resultado feliz de un negocio o actuación". La segunda acepción de
la RAE para la palabra éxito es "buena aceptación que tiene algo o
alguien".
Y la tercera
acepción sería la de mi mentor y coach Jorge Kenigstein: "éxito es lo que
haces con la suerte que te toca". A mi me gusta puntualizar que la suerte
no es buena ni es mala, es simple y puro azar.
Detrás de un
objetivo fallido se esconden multitud de oportunidades, por lo que no es verdad
que cada vez que nos marcamos un objetivo y no lo conseguimos supone fracasar.
Si aceptamos por tanto los pequeños traspiés en nuestro camino como un
aprendizaje necesario para conseguir un objetivo mayor, o simplemente por ser
acciones coherentes con la forma en que queremos ser también hay que llamarlo
éxito.
