viernes, 26 de abril de 2013

Mejorar es fácil ... si lo piensas.

Hace unos días, en una sesión de coaching, me decía mi coachee que tal y como íbamos avanzando en el proceso le costaba más encontrar zonas de mejora para trabajar, pero que al final de cada sesión salía con ideas y muchas ganas de hacer cosas de forma distinta.




Esto no me sorprende, ¿cúanto tiempo le dedicamos a la reflexión a la semana? ¿cuantas veces al mes nos sentamos, apagamos el teléfono/TV/Internet y meditamos sobre qúé queremos y cómo conseguirlo?. Yo por lo menos, normalmente llego a casa, saco al perro, hago la cena, alguna tarea más si toca, veo una serie o película ... y a dormir. ¿cómo voy a cambiar lo que no me gusta si no medito y elaboro un plan de acción?

El coaching sirve para eso, un tiempo que te dedicas a tí, con un profesional que te guía y te proporciona herramientas para que encuentres puntos de mejora y alcances tus objetivos. No es de extrañar que constantemente los coachees me digan que tras dos o tres meses de proceso les cuesta más encontrar cosas que mejorar... porque el resultado del coaching es precisamente que cada vez les queden menos cosas en sus vida que mejorar... y cuando esto sucede, cada vez son más felices con la vida que llevan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario